A veces, llegan a nuestra vida personas
inesperadas. Realmente, no para de ser así, siempre están llegando, por azar,
diferentes personas.
Algunas simplemente llegan y tal y como
vienen, se van. Otras permanecen a nuestro lado y, aunque algún día se marchen,
nos dejan algo por lo que los recordaremos y parecerá que siguen ahí, que nunca
se han ido. Y otras veces, existen personas que, sin haber estado en nuestra
vida, incluso habiéndose marchado antes de que tú llegaras, dejan algo que
marca tu existencia de alguna forma.
Hace unos años empecé a “conocer” quién se escondía verdaderamente tras aquella
imagen de rubia explosiva que en tantos objetos de mi alrededor se encontraba.
La cultura pop de los 70, 80 y 90 rescató muchas imágenes del que fue mito
erótico de los 50 y despertó, de manera inesperada, mi curiosidad.
En poco tiempo descubrí que su nombre era
Marilyn Monroe y en los 50 había hecho bastantes películas (que tardaría en
ver).
Con el tiempo empecé a leer más cosas sobre
quién fue, además del deseo de miles de hombres y una figura ejemplar de
feminidad y sensualidad. La explosiva tentación rubia fue una joven con una
vida difícil, un rápido ascenso al estrellato (de puertas hacia afuera) y un
final trágico y cargado de misterio.
Gracias a ella “conocí” a otros grandes
artistas como Andy Warhol, y poco a poco me fue enamorando su persona, de la
misma manera que su belleza enamoró (y sigue enamorando) al mundo.
La que fue una niña con una infancia llena de
adversidades y una juventud difícil, luchó y jugó sus cartas de la mejor manera
posible, gracias a su belleza y su brillante inteligencia (por muchos ignorada)
y se metió al mundo en el bolsillo. Huyó, por fin, de esa dura vida a la que
estaba condenada y aquel pasado la marcó para siempre y, posiblemente, la
precipitó hacia el precoz final que tuvo.
Pero todo forma parte de la leyenda, del
icono, de Marilyn.
Fascinante, como pocas personas ha habido y
habrán en el mundo, se marchó hace 50 años en su casa, en su cama de la también
mítica ciudad de Hollywood, LA.
Hoy hace 50 años murió la actriz y modelo, la
tentación rubia, murió Norma Jean; pero nació EL MITO.
Las leyendas nacen cuando la persona muere.
Así que hoy no hay que recordar su muerte, hay que recordar ese nacimiento. Hoy
cumple 50 años La Leyenda que nunca morirá.
Hasta siempre, Marilyn. Allá donde estés, que
nunca deje de brillar tu estrella (la estrella que fuiste y siempre serás).
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