domingo, 15 de julio de 2012

Arte sobre la piel

Hola a todos! 
Esta segunda entrada se la quería dedicar a los tatuajes, cómo bien habréis podido intuir por el título. Eso los considero: arte, arte sobre la piel y me gustan tanto que he decidido dedicarles una entra única y especial a ellos, en concreto, a los míos (que ya son 4 y hay un 5º y un 6º como proyecto). 

Los tatuajes, tal y como se entienden teóricamente, son algo muy antiguo, casi prehistórico, podríamos decir. Pero de un tiempo a esta parte se han convertido en una tendencia bastante fuerte, una moda muy seguida. 

A pesar de lo cotidianos que se han vuelto, sigue pasando algo que me molesta mucho: una gran parte de la gente los sigue asociando al ámbito carcelero, sigue teniendo el estereotipo de persona tatuada = delincuente, y eso ha cambiado, los que llevamos tatuajes no somos asesinos, ni ladrones, ni gamberros, somos, simplemente, gente a la que le gusta un tipo de arte plasmado en nuestra propia piel, para llevarlo siempre con nosotros. 

Y eso es lo que me pasa a mi, me he tatuado cosas que tienen un gran significado para mi y me las he tatuado para llevarlas siempre conmigo, hasta el fin de mis días. Y son todo cosas con un gran significado para no arrepentirme porque tatuarse algo que está de moda está muy bien pero las modas acaban igual que empiezan, sin más, sin que nos hayamos dado cuenta; y quitarse un tatuaje no es tan fácil como tirar todos los pantalones de campana que tenemos en el armario, ¿no? 

Bueno y ahora, para acabar, me gustaría compartir las obras de arte que he decidido llevar sobre mi piel:

El primer tatuaje que me hice fue este, un "retrato" algo especial de la fabulosa Marilyn Monroe. Y, ¿qué tiene de especial? Pues lo que fue esta gran leyenda, lo que consiguió, y todo lo que sigue simbolizando todavía hoy, 50 años después de su muerte. 





Seis meses más tarde de tatuarme a La leyenda, decidí tatuarme de forma muy sutil mi número preferido. Después de mucho pensarlo y gracias a la ayuda de la persona "responsable" de que ese sea mi número de la suerte, decidí esconderlo en los puntos de una mariquita, en la parte interior de mi muñeca izquierda. 

Después de esos dos, yo ya le había pillado el gustillo a lo de tatuarme, había perdido el miedo y tenía unas cuantas ideas más. Así es que siete meses después me volví a lanzar y me tatué, de nuevo, algo muy especial para mi. En este caso el objeto de mi devoción elegido fue eso, un objeto inanimado, un zapatito de tacón en mi hombro derecho.
Este tercer tatuaje es muy especial porque fue el primero que me atreví a hacerme a todo color y aunque me daba miedo ese gran paso, quedé tan contenta con el resultado que no me arrepiento para nada. 



El último llegó dos meses más tarde y, cómo el resto, está cargado de signficado. La música es otro gran pilar de mi vida y me faltaba "algo" que la simbolizara. 
Barajé muchas posibilidades y al final la inspiración llegó a mí en forma de frase: que nunca deje de sonar tu música. 
Y decidí que quería que esa frase de ánimo formara parte de mi. Ahora forma parte, concretamente, de mi pierna derecha. 

Ahora en mi mente rondan dos posibles tatuajes más que, supongo, que en un futuro no muy lejano estarán en mi también, acompañando a estos cuatro. 

A todos aquellos que os guste este arte, os animo a pensar mucho qué os queréis hacer y a tatuaros (siempre que esteis muy seguros), porque es una gran experiencia y si te pones en buenas manos, el resultado os fascinará. 







jueves, 12 de julio de 2012

Que extraña fuerza poseen los libros

Hay muchas cosas que me encanta hacer, muchísimas. Pero, entre todas esas, hay una que me encanta, sobretodo ahora, en vacaciones, cuando el tiempo libre es algo real y no un sueño inalcanzable. 
Esa "cosa" es leer, leer un buen libro. 

Me encanta cómo de rápido pasa el tiempo cuando te metes de lleno en la lectura de algún libro, de novelas sobretodo. Me apasiona ese viaje que hace tu mente hacia el tiempo y el lugar de los protagonistas, y como te puedes llegar a "meter" en la acción. 

Me gusta sentir lo que un buen libro te puede hacer sentir y me gusta recordar, al cabo del tiempo. esos sentimientos que aquel libro despertó en ti.

Es genial "deborar" libros, pero es horrorosa, a la misma vez, la sensación de falso vacío que te queda al acabarlos. Y digo falso vacío porque es falso, no es un vacío real, todo lo contrario. Ese libro, como cualquier otra experiencia de tu vida, ha dejado "algo suyo" en ti, estás más lleno. 

Adoro, también, la sensación que transmite el releer algo después de un tiempo considerable, y más aún, poder extraer algo nuevo a cada releída. 
Cómo en todo momento, tu estado y en entorno que te rodea influyen mucho en el resultado de una lectura. 
¿Qué quiero decir con esto? Que no es lo mismo leer un drama en un momento de leve depresión, que en un momento de euforia máxima; que no es lo mismo sumergirte en una novela romántica cuando estás enamorado, que cuando no lo estás, cuando tienes pareja o cuando no la tienes; que no sacas las mismas conclusiones de un mismo libro con 15 años que con 20... 

Pero al fin y al cabo, siempre, absolutamente siempre, el balance es positivo. 
Y esto es lo que realmente me gusta, cuando un libro te deja un buen sabor de boca y te aporta algo que, algún día, si no lo es ya, será importante. 


Y después de esta primera entrada dedicada a la lectura, quería aprovechar para comentar el último libro que he leído. Se trata de "Una pasión vintage", de Isabel Wolff.

Lo acabé ayer y el sentimiento (además de tristeza por haberlo acabado) fue de fascinación total. Es un libro que me ha enamorado, principalmente, porque tiene todo lo que me gusta encontrar en un libro: una historia conmovedora, amor, amistad, risas, llantos, emoción y que gira entorno a otro pilar clave de mi vida como es la moda, concretamente, la moda vintage. 

Recomiendo esta lectura a todos aquellos apasionados de la moda que quieran disfrutar de una maravillosa historia en el Londres actual, alrededor de ciertas prendas maravillosas de décadas pasadas, descritas con todo lujo de detalles.