lunes, 27 de agosto de 2012

Doña perfecta (por la cuenta que me trae)


Ahora mismo solo quiero imaginármela guapísima, inteligente, amable, simpática, sensible, con humor, solidaria, una diosa del sexo, y toda una lista interminable de virtudes que, todas juntas, solo encarnaría la mujer perfecta, ella, tal y como quiero pensar que es.

¿Por qué? Porque solo imaginándola así, puedo librarme del castigo al que estoy condenada por la voz de mi conciencia, librarme alegando que no puedo competir, en ninguna categoría, contra ella, que ya está todo perdido de entrada.

Sé que es una forma ridícula, cobarde e infantil, huir de esa manera de mis propios reproches cuando, sé de sobras, que son totalmente fundados y que me los merezco. Lo sé. Y me odio por ello, pero más me odiaré si me machaco pensando en que yo solita me he buscado todo esto.

Te dejé entrar en mi vida, hacerte un hueco e ir convirtiéndolo en un socavón. Sí, fui yo, la misma que, igual que te dejó hacer todo eso, se quedó embobada y no movió ficha.

Y ahora, después de haberte buscado yo sola este castigo (del que, yo sola también, pretendo huir), imagino lo que imagino para sentirme un poquito menos mal.

¿Soy tonta, verdad? ¿Eso estás pensando? También lo sé de sobras. Lo tengo claro desde el momento en que el miedo me pudo y me quedé bloqueada (por esa increíble fuera que ejerció el  temor i que me impidió “mover ficha”). 

jueves, 16 de agosto de 2012

Relato corto: "Cuestión de principios"

- Mírame a los ojos, por favor.
- No, no puedo, sé que si lo hago, todos mis principios se irán al traste.
- ¿Qué quieres decir con eso?
- ¿Que qué quiero decir con eso? - Siguió hablando, como había dicho, sin mirarle a los ojos. - Pues que si te miro a los ojos volveré a caer en la trampa de su azul profundo. Volveré a desear besarte y acariciarte desenfrenada y salvajemente. 
- ¿Y qué principios se irán al traste si esto sucede?
- Principalmente uno: no volver a enamorarte de un idiota que ya te ha hecho daño. 
- ¿Volver a enamorarte? - Empezó a sentirse descolocado, realmente no lo entendía, o quizás no quería entenderlo. No lo tenía claro.
- Sí, volver. Sí, de nuevo. Sí, implica que ya me enamoré de ti. Y no sé porqué lo digo así, como si ya lo hubiese dejado de estar, cuando no es cierto. 
- No entiendo nada.
- No es verdad. No es que no entiendas nada, es que no quieres, nunca has querido, entenderlo. Es como esto que acabas de hacer. Te he llamado idiota, he dicho que me has hecho daño y, aun y así, tu te quedas dándole vueltas al "volver". Sabías, sabes de sobras que sentía, que siento algo más por ti. Cómo te miraba, cómo te miraría ahora si quisiera cometer la estupidez de enfrentarme a esos ojos tuyos, azules y penetrantes en los que, por otra parte, me gustaría perderme el resto de mi vida. Lo sabes de sobras. 
- ¿Y cuándo he sido un idiota? ¿Cómo te he hecho daño?
- Así, ahora, con esas preguntas, con ese "no entiendo nada", cómo tu dices. Estás jugando, de nuevo, a ser un idiota. 
- ¿Quieres decir que cuando lo entienda todo - él sabía de sobras que la expresión correcta hubiera sido "cuando quiera darme cuenta de todo" - podrás mirarme a los ojos cómo te pido?
- No. Tengo otros principios a los que no quiero fallar. 
- ¿Cuáles?
- No dejar que nadie juegue conmigo. Antes de que lo preguntes, te lo diré yo misma: Sí, has jugado conmigo y lo peor, es que quieres seguir haciéndolo. 

martes, 7 de agosto de 2012

Recuerdos

Dicen que es cuando te encuentras a la muerte de frente, cuando haces el balance de lo que ha sido tu vida. Dicen que todos tus recuerdos, en forma de imagen, pasan ante tus ojos, como si de una película se tratase. 

¿No es absurdo que lo hagamos en ese momento? Cuando te encuentras con la muerte ya es demasiado tarde para arreglar cualquier error y, por supuesto, imposible celebrar lo bueno. 

Encuentro realmente inútil hacer el balance de lo vivido cuando nuestra vida va a acabar. Al cabo de ésta, almacenamos miles de recuerdos de todo tipo: malos, muy malos, indiferentes, buenos, increíbles... y, ¿enserio solo los rescatamos todos y cada uno de ellos antes de morir?

Yo me propongo a mí misma no hacer algo así. Para bien o para mal, nos pasan cosas que nuestra memoria guarda y al suceder así, estas "cosas" pasan a formar parte de nosotros, influyendo en lo que somos y seremos. 

Así es que, todo esto que guardamos en ese lugar llamado memoria es de vital importancia. ¿Porqué consultarlo cuando ya nada importa?

Enserio, disfrutemos y aprendamos de nuestros recuerdos, recurramos a ellos, porque si los guardamos tan bien, es por algún motivo. 

domingo, 5 de agosto de 2012

Hasta siempre, Marilyn


A veces, llegan a nuestra vida personas inesperadas. Realmente, no para de ser así, siempre están llegando, por azar, diferentes personas.
Algunas simplemente llegan y tal y como vienen, se van. Otras permanecen a nuestro lado y, aunque algún día se marchen, nos dejan algo por lo que los recordaremos y parecerá que siguen ahí, que nunca se han ido. Y otras veces, existen personas que, sin haber estado en nuestra vida, incluso habiéndose marchado antes de que tú llegaras, dejan algo que marca tu existencia de alguna forma.

Hace unos años empecé a “conocer”  quién se escondía verdaderamente tras aquella imagen de rubia explosiva que en tantos objetos de mi alrededor se encontraba. La cultura pop de los 70, 80 y 90 rescató muchas imágenes del que fue mito erótico de los 50 y despertó, de manera inesperada, mi curiosidad.
En poco tiempo descubrí que su nombre era Marilyn Monroe y en los 50 había hecho bastantes películas (que tardaría en ver).

Con el tiempo empecé a leer más cosas sobre quién fue, además del deseo de miles de hombres y una figura ejemplar de feminidad y sensualidad. La explosiva tentación rubia fue una joven con una vida difícil, un rápido ascenso al estrellato (de puertas hacia afuera) y un final trágico y cargado de misterio.

Gracias a ella “conocí” a otros grandes artistas como Andy Warhol, y poco a poco me fue enamorando su persona, de la misma manera que su belleza enamoró (y sigue enamorando) al mundo.

La que fue una niña con una infancia llena de adversidades y una juventud difícil, luchó y jugó sus cartas de la mejor manera posible, gracias a su belleza y su brillante inteligencia (por muchos ignorada) y se metió al mundo en el bolsillo. Huyó, por fin, de esa dura vida a la que estaba condenada y aquel pasado la marcó para siempre y, posiblemente, la precipitó hacia el precoz final que tuvo.

Pero todo forma parte de la leyenda, del icono, de Marilyn.

Fascinante, como pocas personas ha habido y habrán en el mundo, se marchó hace 50 años en su casa, en su cama de la también mítica ciudad de Hollywood, LA.
Hoy hace 50 años murió la actriz y modelo, la tentación rubia, murió Norma Jean; pero nació EL MITO.

Las leyendas nacen cuando la persona muere. Así que hoy no hay que recordar su muerte, hay que recordar ese nacimiento. Hoy cumple 50 años La Leyenda que nunca morirá.

Hasta siempre, Marilyn. Allá donde estés, que nunca deje de brillar tu estrella (la estrella que fuiste y siempre serás). 

sábado, 4 de agosto de 2012

Sueños

Son los sueños que tenemos los que mantienen viva nuestra ilusión, y a nosotros mismos. 
Son las ganas de cumplirlos las que alimentan nuestra voluntad y nos dan fuerza para seguir adelante. 
El gran error lo cometemos cuando nos dejamos abatir por los obstáculos. Cuando nos hacemos pequeños frente a las dificultades. 
Es entonces que muere nuestra voluntad y, con ella, paulatinamente, nosotros. 

Son los sueños lo que nos hacen libres, los que nos dan la capacidad de volar sin alas y alcanzar las nubes sin dificultad. 
El otro gran error lo cometemos cuando, con pequeñas cadenas, nos anclamos al suelo y nos impedimos, a nosotros mismos, volar y ser libres. 

No permitamos que las dificultades nos empequeñezcan, ni que pequeñas cadenas nos impidan volar libres. Alimentemos nuestra voluntad con sueños cumplidos, con felicidad, y consigamos así ser fuertes para luchar contra las adversidades. 

Los sueños se cumplen, tarde o temprano, si luchas por ellos, se hacen realidad.

Hoy, este post va dedicado a esos sueños que cumplimos y alos que quedan por cumplir. Porque sucede, sí, LOS SUEÑOS SE HACEN REALIDAD. 

jueves, 2 de agosto de 2012

Relato corto sobre la felicidad

Se marchó muy pronto del lugar que la vio nacer. Lo dejó todo cuando aun era muy joven.
Muchos la llamaron loca, la tacharon de "bala perdida" y la criticaron a más no poder. 

"Pobre ilusa" decían, "y se creerá que marchándose será más feliz". Nadie creía que lo conseguiría. 

Habían sido muchos los que se habían marchado de aquel pueblo en busca de la felicidad. Prácticamente los mismos que habían vuelto a los pocos meses, rendidos, abatidos, sin una pizca de felicidad ni fuerza para continuar. 

Se marchó, no miró atrás en ningún momento. Tenía claro su objetivo, en qué consistía su verdadera felicidad, y aquel pueblo no figuraba en aquellos planes. 
Perseguiría su sueño, hasta donde hiciera falta, no se rendiría jamás. 

No lo consiguió, no alcanzo la meta, no llegó a ella. Pero nunca se rindió, no volvió abatida al pueblo, no perdió las fuerzas ni las ganas. Y, aunque no cumplió su sueño, muró siendo feliz, porque vivió intentándolo.